martes, 23 de diciembre de 2014

NOTICIAS DE GRAN GOZO

En medio de la desesperanza que el mundo respira actualmente, se levanta gloriosa una vieja noticia, que el humano ha obviado en detrimento de su propia dicha. Esta milenaria noticia la trajo un agente del cielo y la hizo saber a un grupo de pastores de ovejas. Según el relato que hace Lucas las palabras fueron:

“...Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor…”

Esta noticia, según el ángel, es motivo de gran gozo, indicando con ello que los beneficios para la raza humana encerrados tras semejante acontecimiento anunciado son de incomparables dichas, que nunca mediante otros medios podrían ser alcanzadas. Esta magna nueva se refiere al regalo que Dios hacía a la humanidad de un Salvador.

En pleno siglo XXI, estando inmersos en una sociedad posmoderna, cuyo relativismo galopante en lugar de aportar nuevos alientos a la humanidad la aleja de las verdades esperanzadoras, se hace necesario que todo aquel que se identifique como Cristiano abrace esta noticia como algo férreamente absoluto e incuestionable “...os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor...”

La pobreza como elemento asociado al regalo de Dios

Esta magnánima noticia es sobre un niño recién nacido, envuelto en pañales y acostado en un pesebre; evidencia de que Dios había elegido, para dar su mayor regalo a la humanidad, a una familia en condición de pobreza y excluida de todo favor social, pues en el mesón no había lugar para ellos.

Dios había tomado una opción preferencial por los pobres de todas las épocas, al haber elegido a una familia de esa condición para traer a la vida, criar y educar al Salvador de la raza humana. Con este hecho, la divinidad está enseñando que los sectores pobres y excluidos de una sociedad pueden obsequiar regalos que las élites poderosas y clasistas jamás podrán aportar, regalos de incalculable valor que trascienden la vanidad de la materia y de la temporalidad.

Cuando Pablo escribe a los corintios hace referencia a un dicho, no registrado en los evangelios, de Jesús el Cristo: “es mejor dar que recibir”, con esto estaba acentuando la enseñanza dada por Dios en el nacimiento de Jesús, diciendo con meridiana claridad que los pobres aportan la oportunidad de ayudarles y en ese sentido se estará recibiendo lo mejor de esos sectores y por lo tanto aportan mejor dádiva que los sectores poderosos al permitir ayudarles.
 
Por otra parte, es de hacer notar, que los pobres también regalan a otros en su misma condición de pobreza. Aun estando todos en el mismo estado de necesidad se les ve ayudandose mutuamente, por ejemplo, la ayuda solidaria que recibe un enfermo en un hospital público, no proviene de un acaudalado sino de sus parientes, amigos y vecinos que son pobres como él o ella. En la navidad, también se puede corroborar que en las comunidades más desposeídas hay intercambios de humildes regalos e incluso de platos de comida y bebidas entre vecinos.

El regalo de un pobre es más valorado, por cualquier persona sensata, respecto de aquel regalo brindado por una persona con mayores posibilidades económicas, puesto que el pobre da con sinceridad de lo que a él le es útil y no de lo que le sobra.

El Cristiano, de la misma forma que lo hace Dios, a quien dice seguir y obedecer, debe tomar una opción preferencial por los pobres, sabiendo que de ellos provienen nuevas de gran gozo, así como la nueva de gran gozo por excelencia “...os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor...”

El pesebre humillando a la arrogancia eclesial y humana

La arrogancia eclesial es mucho más alta que la torre de Babel. Se escucha decir a líderes religiosos que sus locales de reunión son “full extras” y que no hay mejor lugar para asistir a un culto que el de ellos. Sin mayores ambages, Dios humilla semejante altanería, al aportar el mayor regalo que la raza puede recibir envuelto en pañales y situado dentro de un pesebre. Dios enseña que lo mejor no está en el envoltorio del regalo sino en el regalo mismo.

Los onerosos edificios para “glorificar” a Dios son solamente ostentación humana, carentes de significado delante de Dios. El pesebre, siendo algo con poco significado, tenía dentro de sí al ser más significativo del universo, siendo eso lo único importante.

Por ello, ¿de qué sirven bonitos y bien construidos edificios si el Salvador no es el centro en dicho lugar? ¿de qué sirven cuerpos bien adornados de ropas de marcas lujosas y muy esculpidos en un gimnasio o con cerebros superdotados y bien instruidos en universidades de élite si Cristo y su reino no son el centro de esa vida?...Mejor un pesebre, pero que de ese lugar salgan las NUEVAS DE GRAN GOZO “...os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor...”

QUE TODOS TENGAN UNA NOCHE DE PAZ, NOCHE DE AMOR y que le encontremos el verdadero significado a la celebración de la NATIVIDAD DEL SEÑOR.